La hermana Ilaria Ruiz, vio la Ciudad celestial, gracia concedida por la inmensa bondad y misericordia de nuestro ¡Grandioso DIOS!
"...Un ángel tomaba mis manos, y vi que mi cuerpo quedaba doblado en aquel lugar, (la iglesia). Mi espíritu se iba con el Señor, él me tocaba mis manos y empezamos a subir,
...de pronto descendía una escalera grande que brillaba ¡Hermosa!
Subimos por ella hasta llegar a una puerta hermosa,
Subimos por ella hasta llegar a una puerta hermosa,
y ella se abrió...
No habían cambiado, eran tan hermosas, seguían igual...
(Refiriéndose a una anterior visita al Cielo
¡Qué maravilla experiencia de nuestro grandioso Dios!)
...comenzamos a caminar en sus veredas de oro,
(Refiriéndose a una anterior visita al Cielo
¡Qué maravilla experiencia de nuestro grandioso Dios!)
...comenzamos a caminar en sus veredas de oro,
- "Vamos a ir a ver otro lugar" Caminamos por una calle hermosa, ¡Tan angosta!
¡Que hermosa!
¡¡Brillaba iglesia del Señor!!¡Que hermosa!
...llegamos al canto del río iglesia del Señor,
me dice el Señor: "Tienes que ingresar, te voy a subir" y el Señor me sumerge dentro del agua,
me dice el Señor: "Tienes que ingresar, te voy a subir" y el Señor me sumerge dentro del agua,
Y salió como un dolor de mi cuerpo, yo empecé a llorar y decía: Señor que haces conmigo, Él me decía:
caminábamos así, rápidamente, y salimos a un espacio donde había un huerto tan bonito, un huerto que era tan verde,
Veía plantas hermosas en aquel lugar del huerto,
Había unas bancas que brillaban, entonces él toma mis manos y me hace sentar en aquel lugar, en una banca, cuando de pronto él hacía sonar una trompeta, una trompeta muy fuerte hacía sonar el Señor,
Él me decía: "vas a conocer algo" y yo le decía, sí Señor, quiero conocer, cuando entonces iglesia de Cristo, yo sentí algo dentro de mí, una alegría tan tremenda cuando yo vi que venían dos personas en aquel huerto,
al llegar a mi lado pude ver que era una mujer y un varón,
Y yo le decía ¿Quiénes son ellos Señor? Y él me decía, "Ella es María" la madre de Jesús, entonces yo empecé a alegrarme iglesia del Señor, empecé a sentir algo dentro de mí, empecé a llorar, conocí a María.
Había unas bancas que brillaban, entonces él toma mis manos y me hace sentar en aquel lugar, en una banca, cuando de pronto él hacía sonar una trompeta, una trompeta muy fuerte hacía sonar el Señor,
Él me decía: "vas a conocer algo" y yo le decía, sí Señor, quiero conocer, cuando entonces iglesia de Cristo, yo sentí algo dentro de mí, una alegría tan tremenda cuando yo vi que venían dos personas en aquel huerto,
al llegar a mi lado pude ver que era una mujer y un varón,
Y yo le decía ¿Quiénes son ellos Señor? Y él me decía, "Ella es María" la madre de Jesús, entonces yo empecé a alegrarme iglesia del Señor, empecé a sentir algo dentro de mí, empecé a llorar, conocí a María.
María no es como en la iglesia la tienen. María no es como la iglesia romana la tienen, iglesia del Señor, María no es así,
María es una mujer muy bonita, muy humilde, muy sencilla,
María es una mujer muy hermosa, muy sencilla, muy joven y vi al varón también era José, "Él es José" me dijo, un varón muy hermoso, no dejaban de aplaudir, no dejaban de glorificar
¡Aleluya!
Se escuchaba en aquel lugar,
¡Aleluya!
Se escuchaba en aquel lugar,
Iglesia de Dios.
El Señor me decía:
"María sufre,
María llora,
porque en la tierra la adoran..."
El Señor me decía:
"María sufre,
María llora,
porque en la tierra la adoran..."
María era una joven, muy sencilla ella no quería que la
adoren, por eso tienes que ser como esa mujer tan sencilla, tan humilde, ella está alabando al Señor, ella no tiene ningún trono allá en cielo, por eso tú tienes que alabarle como ella al Señor allá en el cielo, José es un joven muy humilde, sencillo su cuerpo está cubierto de una forma muy hermosa, en el huerto del Edén, un huerto tan hermoso. El Señor Jesús me dice: "Vamos a entrar al Paraíso vas a conocer a mis apóstoles" caminaba
de la mano del Señor, ¡No me soltaba! Entramos al paraíso hermoso...
Y escuchaba que decían:
El ángel tocaba una trompeta...
El Señor me dice:
"Así quiero que en la tierra me alaben
así
quiero que en la tierra glorifiquen
La
iglesia aquí en la tierra
¡No me glorifica!
¡No me alaba!
¡No aplaude!
¡Es una
iglesia muerta!"
Él quiere que alabemos en todo tiempo,
porque
aquel que no alaba, que no aplaude dice el Señor, ¡Es una iglesia muerta!
¡Él
quiere una iglesia despierta!
¡Activa!
¡Viva!
Porque ellos están en el cielo alabando:
¡Aleluya! ¡Aleluya!
¿Qué es? ¿Qué significa esto? Es el tercer cielo y yo desesperada mirando tan bonita coronas de oro en las mesas,
Sillas de oro tenía aquel lugar, están preparadas iglesia de Dios, en el tercer cielo, hay unas mesas que tienen coronas de oro muy bonitas
y seguíamos caminando, por aquel lugar, pasamos y pasamos, y él me dice: ¡Hija vas a ver cosas muy bonitas! Y yo le digo: Señor ¡No me vayas a llevar al infierno ya no quiero ver el infierno! ¡Ya no quiero ver el infierno! Me empecé a desesperar. Caminamos rápidamente, salimos, a una cuadra de calles bien hermosas, muy bonitas, palacios bien hermosos
(Continuará el testimonio de la hermana Hilaria Ruiz Chimbote -Perú)
Que el Espíritu Santo encienda nuestros corazones en adoración CONTINUA, porque así estaremos delante de su majestad adorando por la eternidad
¡Dios les bendiga!